Garantizar la seguridad de los más pequeños es una labor que todos los adultos deben acometer en alguna ocasión a lo largo de su vida, sean padre de los mismos o no.
Uno de los principales es que intente siempre que permanezcan bajo la vigilancia de una persona responsable. Tenga en cuenta que dejar solos a los niños, aunque sea por un breve espacio de tiempo, es punible además de peligroso.
Si se trata de bebés, utilice para acostarlos cunas con protecciones laterales y acueste a los bebés boca arriba. Otro factor que debe tener en cuenta es que los juguetes que ponga a su disposición sean seguros. Ponga especial atención en que tengan el logotipo europeo que asegura que ha pasado todos los controles pertinentes que garantizan su seguridad.
De esta forma, evite que los niños de corta edad permanezcan solos en cocinas y aseos, ya que son lugares en los que un adulto se mueve con soltura pero que pueden causar graves heridas e incluso la muerte a los pequeños.
No se olvide de colocar siempre hacia adentro los mangos de cacerolas y sartenes que estén en el fuego para, de esta forma, evitar que echen mano a los mismos y vuelquen sobre sí líquidos que hierven. Por otro lado, proteja los enchufes para que no puedan meter los dedos u objetos metálicos. Para llevar a cabo esta labor, puede utilizar unos adaptadores de plástico fácilmente adquiribles en tiendas de bricolaje. En el caso de que se produjera una electrocución, sepárelo utilizando objetos aislantes de goma, madera o similar y llame al 112 cuanto antes.
Es también especialmente importante que trate de que no haya objetos muy pequeños a su alcance, que pudieran tragar o introducir por la nariz o los oídos. Su extracción es especialmente delicada ya que en caso de las vías aéreas el objeto podría causar asfixia. De la misma forma, debe evitar su acceso a medicamentos, productos de limpieza u otras sustancias peligrosas, así como a cuchillos, tijeras, cerillas… En caso de ingestión acuda con el envase de la medicina ingerida a un centro médico a la mayor brevedad y telefonee al 112 ante cualquier símbolo de inconsciencia. Debe evitar que jueguen con cuerdas, cables y correas largas, así como con bolsas de plástico, al ser elementos que pueden causarle la muerte por asfixia al introducirlas en la cabeza o enganchárselas al cuello. Además, disponga elementos de seguridad en ventanas y balcones para evitar caídas al vacío y no coloque muebles y objetos escalables cerca de ellos. Piense incluso, en caso de niños que ya andan, en la posibilidad de que arrastren muebles pequeños hasta balcones o ventanas. También es recomendable que inutilice los pestillos situados en puertas donde no sean estrictamente imprescindibles. El acceso a cualquier habitación del hogar debe estar garantizado.
Cuando circule por la calle, aléjelos del borde de las aceras y enséñeles lo antes posible datos tales como su nombre, dirección y teléfono. También es recomendable que aprendan cuanto antes a utilizar el teléfono en caso de emergencia, que sepan nadar así como que asimilen normas básicas de autoprotección y seguridad vial, como puede ser el hecho de que siempre usen el cinturón de seguridad, que forme parte de la rutina previa a circular en coche.