Ante la importante tarea de facilitar una adecuada asistencia policial y protección a las víctimas o testigos de delitos de odio por motivos racistas, antisemitas u otros referentes de ideología, religión o creencias, orientación sexual, enfermedad o discapacidad y otros hechos discriminatorios, se antepone la exigencia de ofrecer, a las personas implicadas, información que sea precisa para actuar ante un incidente de esta índole.
Si una persona se ha mostrado hostil hacia ti por tu raza, orientación e identidad sexual, religión, creencias o discapacidad, ha cometido un delito de odio.
•No permanezcas indiferente ante los delitos de odio. No tengas miedo. Denúncialos lo antes posible.
•Los insultos racistas o xenófobos también pueden ser delito.
•No obvies los mensajes u ofensas recibidas en tu perfil de redes sociales, tu correo electrónico o tu teléfono móvil.
•Cuando denuncies, no omitas las palabras concretas y comentarios dichos por el autor.
•No olvides contar a la Policía o a la Guardia Civil todo lo que creas que es importante (símbolos, anagramas, tatuajes, vestimenta del autor, testigos de los hechos, etc.). Sea lo que sea.
El último Anuario Estadístico del Ministerio de Interior ofrece cifras sobre los incidentes relacionados con delitos de odio en todas las regiones y provincias españolas.
El año pasado se produjeron 1.285 incidentes de delitos de odio en España. Los más comunes son los de “orientación o identidad sexual” (un 39,9% del total) y los de “racismo y xenofobia” (37,0%). Los delitos por odio al pobre (también conocidos como aporafobia) son mucho menos frecuentes. En toda España sólo hubo 11 delitos de este tipo durante todo el año pasado.
El antisemitismo (odio a los judíos) registró 24 incidentes, por sólo 3 en 2013 y también hubo un incremento de los delitos de odio hacia las personas que sufren discapacidades.
Como dato a tener en cuenta hay que señalar que Andalucía, Cataluña, Valencia y País Vasco son las comunidades españolas donde se registran más delitos de odio. A nivel de provincias, Barcelona, Cádiz, Madrid, Sevilla, Valencia, Bizkaia, Illes Balears y A Coruña son los territorios que registran una cifra más elevada de incidentes.
La elevada insistencia con intenciones de causar daño o molestias o incluso si se hacen con fines comerciales de llamadas telefónicas sobrepasando los límites lógicos y del sentido común, pueden constituir un delito de acoso en su modalidad telefónica que puede verse recogida en varios títulos del Código Penal español.
