A veces la vida en sociedad nos muestra su cara más agresiva en forma de ataques a las personas que, por regla general, presentan una menor oposición física ante un asaltante. Es el caso por desgracia de las mujeres. Los delincuentes, es un hecho, las suelen preferir como víctimas a la hora de cometer robos y atracos.
Además, son las que sufren prácticamente la totalidad de los ataques sexuales realizados contra adultos y la práctica totalidad de las agresiones por parte de sus parejas o exparejas en delitos de violencia de género.
Pese a ello, hay mucho que podemos hacer para evitar estos riesgos específicos. A continuación aportamos unas recomendaciones, que jamás deben llevar a lectores y lectoras a obsesionarse. Son recomendaciones fáciles dignas de ser tenidas en cuenta.
En el domicilio
Al entrar y salir de portales, sótanos y garajes simplemente tenga un poco de precaución. Evite entrar al ascensor cuando esté ocupado por un extraño o salga del mismo si entra. Cuando llegue para aparcar en el garaje acostúmbrese a realizar una llamada o llamamos al telefonillo para alertar que ha llegado. Antes de bajar del coche, mire. El 80% de las agresiones sexuales se producen en los alrededores del domicilio.
Para las mujeres que viven solas recomendamos que no pongan el nombre de pila completo en el buzón, sólo la inicial, y ocasionalmente puede ser útil tener encendidas dos o más habitaciones para aparentar mayor ocupación en el domicilio.
En zonas aisladas
Intente evitar los descampados, parques y calles solitarias, sobre todo de noche. Si lo hace habitualmente, cambie de vez en cuando el itinerario. En otros países recomiendan llevar silbatos para ahuyentar a posibles delincuentes. Es una idea interesante. De noche, igualmente, evite las paradas de autobús solitarias y en calles con tráfico circule por la acera de la izquierda. No haga autostop ni suba a extraños. Si va en un autobús no muy concurrido, siéntese cerca del conductor.
En calles y comercios
Para intentar combatir el riesgo de sufrir un tirón recomendamos lleve el bolso colgado en forma de bandolera (cruzado) y llévelo siempre por el lado que no dé a la calzada.
Para evitar que los carteristas le abran el bolso —tenga en cuenta que son delincuentes muy hábiles— compruebe que lo lleva bien cerrado y colóqueselo en la parte delantera del cuerpo. Así el trabajo del delincuente será mucho más difícil. Recordar que en las zonas de gran afluencia de público, como las zonas comerciales o en las tiendas concurridas, los robos de carteras guardadas en bolsos es muy frecuente.
Para terminar, recordar que todo acto de agresión física, de violencia psicológica o verbal puede constituir un delito de violencia de género que no debe quedar silenciado.
En caso de que vea algún síntoma sospechoso, no dude en llamar al 091 o al 112. Sea la hora que sea.