Los sistemas de alarma en el interior del domicilio se basan en sistemas que detectan el movimiento, estos detectores se regulan para que no salten sólo con la presencia de pequeños animales como insectos o pájaros pero en el caso de gatos por ejemplo, al ser de mayor tamaño presentan mayor dificultad.
En la actualidad existen detectores volumétricos que se regulan para no dar la alarma a menos que detecten objetos en movimiento de más de diez kilogramos de peso pero estos sistemas están pensados para instalarse en exteriores más que el interior de los domicilios.
Existen otros sistemas de alarma que usted puede instalar en su casa, como detectores de forzamiento de puertas y ventanas o detectores sísmicos que detectan las vibraciones producidas por algún intento de forzamiento. En todo caso, acuda a profesionales de la seguridad privada que son los que le pueden asesorar en mayor medida y realizarle un proyecto personalizado para sus necesidades.