Perder a un niño se trata, sin duda, de uno de los momentos más estresantes por los que pueden pasar unos padres. Estos pueden hacer mucho para que dicho mal trago sea lo más liviano posible. He aquí unos fáciles consejos: lo primero que hemos de hacer es decirle a los pequeños que cuando se sientan perdidos se queden parados, ya que los padres siempre recorren el camino a la inversa en busca de su pequeño. De esta forma lo encontrarán rápidamente. Lo segundo sería enseñarles a que sepan decir tanto el nombre de sus progenitores como la dirección de su domicilio. Lo tercero, que sepan que siempre pueden confiar en los agentes del orden para encontrar a sus padres, algo que si siguen estos pasos se conseguirá de inmediato. Es frecuente que niños perdidos recorran hasta kilómetros desde el lugar donde se perdieron.