Aunque el territorio español no se encuentra en una zona de especial peligrosidad en cuanto a movimientos sísmicos que provoquen terremotos periódicamente en el tiempo sí que se producen en nuestro país esta serie de incidencias naturales como las últimas acontecidas en la zona del Mar de Alborán y que se han dejado sentir con especial fuerza en la ciudad autónoma de Melilla y en la provincia de Málaga y Granada y que afortunadamente no han dejado daños personales como desgraciadamente si ocurrió en el seísmo que afectó hace unos años a la ciudad murciana de Lorca.
Desde la Policía Nacional queremos transmitirles los consejos esenciales si desgraciadamente tienen ustedes que enfrentarse a estas situaciones: cuando empiecen los temblores debe realizar el ‘agacharse, cubrirse y agarrarse’. Dé unos pocos pasos hasta un lugar seguro próximo. Quédese dentro hasta que los temblores hayan cesado y esté seguro de que se puede salir sin peligro. Manténgase alejado de las ventanas.
Si está en la cama, métase debajo, agárrese y quédese allí, protegiéndose la cabeza con una almohada.
Si usted está dentro de un automóvil, disminuya la velocidad y conduzca a un lugar despejado Permanezca en su auto hasta que los temblores cesen.
Si está fuera del coche no ande ni circule por los caminos y carreteras paralelas a la playa, ya que después de un terremoto pueden producirse maremotos.
Si usted está fuera, busque un lugar despejado lejos de edificios, árboles y cables de energía. Tiéndase en el suelo.
Si está en un espacio cerrado busque refugio debajo de un escritorio, mesa o banco, o contra una pared interior, y agárrese. Manténgase alejado de vidrios, ventanas, puertas exteriores o paredes y de todo lo que pueda caerse, tal como lámparas y muebles. Si no hay una mesa o escritorio cerca de usted, cúbrase la cara y la cabeza con sus brazos y agáchese en una esquina interior del edificio. Los marcos de las puertas sólo deben usarse como refugio si están cerca de usted y usted sabe que es una puerta de carga apoyada fuertemente.
Si por desgracia se queda atrapado bajo los escombros, tenga en cuenta estos consejos: no encienda un fósforo; no se mueva ni levante polvo; cúbrase la boca con un pañuelo o la ropa; dé golpes en un tubo o la pared para que los rescatadores puedan encontrarlo; use un silbato, si tiene uno.
Grite solamente como un último recurso, ya que gritar puede causar que inhale cantidades peligrosas de polvo.