Aquí van algunos consejos. Cuide que la abundancia de correo en su buzón no delate su ausencia: pídale a algún vecino de su confianza que se lo retire con frecuencia. No cuente ante desconocidos sus planes de veraneo: podría dejarles demasiadas pistas.
Todo lo que en su vivienda transmita apariencia de estar habitada, será un seguro de prudencia muy eficaz: no baje del todo las persianas, y valore instalar un reloj programable que ilumine la vivienda por zonas, encendiendo y apagando luces y algunos electrodomésticos de la casa en horarios distintos... Y en el peor de los casos, si ve la puerta de su domicilio abierta o una ventana rota, no entre, llame inmediatamente a la Policía.