No son peligrosas por sí mismas, pero sí que es cierto que, al ser públicas e inalámbricas, son muy vulnerables y apetecibles para que los hackers recaben información sensible. Desde el Cuerpo Nacional de Policía recomendamos encarecidamente que cuando los ciudadanos se conecten a este tipo de redes no accedan a páginas o dominios en los que se necesite aportar información confidencial o privada, como por ejemplo entrar al correo electrónico o redes sociales y nunca, nunca, acceder a sitios delicados como la
u otros servicios por ejemplo de venta on line en los que tengamos que indicar nuestros números de tarjeta de crédito o débito.