El ojeo de perdiz es una modalidad de caza menor y que consiste en batir un determinado terreno por ojeadores sin perros ni armas para que la caza pase por una línea de cazadores y cazadoras apostados en lugares fijos.
Se rigen por un Plan Técnico de Caza, en el que debe de figurar el número máximo de ojeos por cada temporada, el de cazadores y las capturas por temporada.
En cuanto a las prohibiciones, está la utilización de más de tres perros por cazador, excepto en la modalidad de perdiz en ojeo, debiendo destinarse sólo para la cobranza; la caza de ojeo de perdiz roja por el sistema conocido como portil, aprovechando el cansancio de las piezas o agrupándolas en terrenos o lugares determinados y cazar desde puestos dobles o en línea de retranca.