25 aniversario de la incorporación de las mujeres en la Guardia Civil

GCAunque la incorporación efectiva de la mujer al Instituto Armado no se llevó a cabo hasta el año 1989, debemos remontarnos al año 1948 para encontrar a las primeras mujeres vestidas con el uniforme de la Benemérita. En dicho año se producía la absorción del Cuerpo de Carabineros dentro de la Guardia Civil, y es precisamente a través de dicho acontecimiento cuando surge la necesidad de la presencia de la mujer para llevar a cabo tareas tales como los registros corporales, que únicamente podían ser efectuados por éstas y que resultaban del todo imprescindibles para Unidades como las responsables del resguardo Fiscal del Estado. Estas mujeres, denominadas “matronas”, por lo general, habían enviudado de Guardias Civiles o eran huérfanas de los mismos, y de esta manera continuaban vinculadas con el Cuerpo.

Pasarían varias décadas hasta que surgiera la inquietud en España de abrir las puertas de las Fuerzas Armadas y de los Cuerpos policiales a la mujer, al igual que habían hecho otros Cuerpos hermanos del resto del mundo. Fue en el año 1988 cuando se promulgó el Real Decreto–Ley núm. 1 de 22 de febrero, el cual permitió ese mismo año el acceso a las pruebas de selección a todas aquellas mujeres que sentían que su vocación les encaminaba hacia la Guardia Civil.

De un total de 2817 aspirantes, en el año 1988 ingresaron 197 mujeres en la Guardia Civil, formando parte de la 94º Promoción, pensando que ya habían superado todos los obstáculos para llegar a ser agentes de la Guardia Civil. Sin embargo, se encontraron con que la normalización de la mujer dentro de nuestro Cuerpo tenía todavía un largo recorrido por delante; al igual que en otros ámbitos, la incorporación de las mujeres a un colectivo claramente masculino tuvo que hacer frente a resistencias al cambio por la ruptura de roles y estereotipos hasta entonces asentados en la sociedad. A su llegada, las instalaciones estaban preparadas para acoger únicamente a hombres, la uniformidad estaba diseñada por y para el hombre, existía una reglamentación que no hacía referencia a la realidad de la mujer, y por supuesto, el conjunto del colectivo no estaba preparado para su llegada.

No es hasta el año 1993 cuando ingresaría la primera mujer en la Academia General Militar de Zaragoza, donde inician la formación de 5 años los oficiales de la Guardia Civil, por lo que la primera oficial, teniente de la Guardia Civil, obtuvo su empleo en 1998. En el año 2007 se constituyó un Observatorio de la Mujer en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que comprende tanto a la Guardia Civil como al Cuerpo Nacional de Policía. Ante la evolución actual de los dos Cuerpos, en 2012 se decidió por parte de la Guardia Civil, iniciar la tramitación normativa oportuna para formalizar un nuevo órgano, con la denominación de Observatorio para la Igualdad Efectiva entre mujeres y hombres de la Guardia Civil, que recoja las peculiaridades propias de nuestra Institución.

Veinticinco años después de la aprobación del Real Decreto-Ley 1 de 22 de febrero de 1988 (febrero de 2013) prestan servicio en la Guardia Civil un total de 5107 mujeres en distintas escalas y empleos, que representan un 2,77% de los oficiales, un 2% de los suboficiales y un 7,60% de la escala de cabos y guardias.

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