Redes: La universalización de las comunicaciones móviles
En 1982 llegó a España el primer móvil integrado en un coche. Conectividad, palabra mágica: de cabinas y teléfonos de pulsos a los móviles con internet y cobertura en toda Andalucía. Con el cambio de siglo, el uso de la red y del móvil se disparó hasta estar al alcance de cualquier habitante.
Vuelva, si puede, a 1982. Además de la eclosión de Naranjito y de Felipe González, recordará que era habitual tener que esperar ante una cabina para realizar una llamada telefónica. Más aún en zonas rurales, donde la expansión de las líneas fijas de la entonces CNTE no alcanzaba el volumen de las urbanas. La televisión se expandía pero todavía el clásico UHF no alcanzaba todo el territorio andaluz, internet era poco menos que 2001, una odisea del espacio y los móviles eran unos perfectos desconocidos que hacían ese año su presentación real en España con el primer sistema integrado en vehículos. Este es el panorama en 2012: La TDT, sucesora de la televisión analógica, ofrece decenas de canales en abierto (y de pago) a todo el territorio andaluz, la banda ancha y el 3G cubren cualquier rincón universalizando la conectividad, las familias van prescindiendo de sus líneas fijas, las cabinas (desde hace tiempo sin monedas) languidecen y en el 94% de los hogares hay al menos un teléfono móvil.
La evolución de las telecomunicaciones andaluzas, yendo un paso por detrás de la evolución nacional, ha sido igual de rápida e imparable. Si en España el número de líneas de teléfono móvil superó a la población en 2005, en Andalucía no se ha llegado a tanto. Poca diferencia más, salvo detalles, y un gran esfuerzo por romper la brecha digital y favorecer el acceso a la banda ancha para llevar Google hasta las localidades más recónditas a través de la Red Guadalinfo.
Todo ello aderezado por pequeños hitos: al hecho de contar con el 100% del territorio cubierto por banda ancha se suman perspectivas tan interesantes como tener en Andalucía el mayor centro de Europa de cloud computing, impulsado por Eticom.
La crisis viene afectando de manera relativa a la conectividad. La telefonía fija cae, pero lo hace más por la progresiva sustitución por la móvil, que aterriza en la recesión ya en franca saturación (por encima del 90% de viviendas con móvil en el inicio de la crisis). La TDT se expande en pleno batacazo económico y lo hace por decreto (apagón analógico) mientras la banda ancha mantiene el mismo crecimiento y con ello de la penetración de internet.
La telefonía fija
La reina de la comunicación interpersonal del último cuarto del siglo XX vio con el cambio de siglo cómo su curva empezaba el camino de vuelta, dejando atrás años y años en los que las llamadas tenían camino de ida y vuelta sin la menor opción de movilidad.
La primera década del siglo XXI se cerró en Andalucía con un número de líneas tradicionales equiparable al de 1991. Añadiendo la fibra el descenso sería menor, pero no es casual que desde 2000 no haya hecho más que retroceder. En los años más recientes esta tendencia se ha mantenido, estancada la pérdida en algunas provincias pero con un 5% de descenso en Málaga. Las carísimas facturas de entonces pasaron a los móviles, puesto que se acabó dejando de cobrar por las llamadas dentro de la red fija.
La telefonía móvil
Si en 1982 aparece en España el primer móvil (para coche), superada la crisis de los 90 el sector avanzaba tímidamente y en 1994 apenas había 3 móviles por mil habitantes. La apertura del mercado con la concesión de licencia GSM a Airtel es el primer paso: Todo se desencadena a partir de 1997. La Ley de Liberalización de las Telecomunicaciones ordenó las condiciones de la nueva y libre competencia. Telefónica, operador dominante y ya privado, sirvió de base para la apertura del mercado. A Airtel se unieron tanto en telefonía fija como en móvil Amena, Jazztel, Uni2 y Retevisión.
Piense desde cuándo tiene móvil (partiendo de la base de que, efectivamente, tenga móvil). El perfil normal es tenerlo a partir de 2000-2002, renovar el terminal cada dos años y haber cambiado al menos una vez de operador. Incluso, tener un smartphone o el firme convencimiento de negociar con una operadora para conseguirlo. Todo impensable pocos años antes. Andalucía alcanza el 80% de hogares con móvil en 2004, superando a las viviendas con teléfono fijo al año siguiente.
Conexión a internet
Con el lanzamiento por parte de Telefónica de Infovía (diciembre de 1995) se empezó a acercar internet al público general, resultando el impulso definitivo para la posterior universalización de la red de redes. El escaso 2% de usuarios andaluces de entonces ha pasado al actual 60% de viviendas con acceso a la red. Uno de cada cuatro hogares estaba conectado en 2004, porcentaje que se duplicó entre 2005 y 2010. El desarrollo de la Red Guadalinfo ha permitido ofrecer cobertura de banda ancha a todos los municipios andaluces con menos de 20.000 habitantes. En total, 2.015 núcleos de población. Este 100% de cobertura de impulso mixto (la Junta se alió con Vodafone) se completó en enero de 2010, convirtiendo a Andalucía en la primera región europea en cuanto a posibilidad de acceso por parte de la población (98%). La lucha contra la brecha digital, que bajó tres veces la media nacional en 2010 (había mayor margen de mejora), incluye un plan integral de formación a minorías a través del voluntariado de Andalucía Compromiso Digital.
Notable incidencia en este proceso ha tenido la integración de los mayores en las TIC. Entre 2006 y 2010, las viviendas con telefonía móvil en las que residen personas a partir de 65 años crecieron 20 puntos porcentuales (de 62,8% a 82,5%), reduciéndose a la mitad la diferencia con la media nacional (85% en 2010). La presencia de ordenador subió en este tramo un 16% hasta el 38,8% de 2010, un punto por encima de la media nacional. El uso de internet en estos hogares pasó del 12,5 al 30,3% (media nacional del 30,9).
La forma de comprar también cambia. Si el 6,3% de usuarios compraban algo por internet en 2006, en 2011 se pasó al 14,7%.
Cobertura de TDT
Andalucía, quizás más preocupada que otras zonas, acometió la difícil tarea de dotar de cobertura de Televisión Digital Terrestre a todo su territorio antes de abril de 2010. Sin llegar a extremos como Aragón -creó una empresa pública específica para ello ante su escasa densidad poblacional y difícil orografía-, se consiguió cubrir entre el 96 y el 98% de la población llegado el apagón analógico. El apagón fue progresivo y en tres fases (primer y segundo semestre de 2009, primer trimestre de 2010 y 3 de abril de 2010). Entre 2007 y 2009 se multiplicaron por dos cada año las ventas de descodificadores y de televisores con TDT, ahora mayoritarios.
La televisión de pago, tanto a través de cable como de ADSL, continúa en aumento a pesar del evidente frenazo experimentado en 2009, ya con la crisis económica perfectamente visible. A la explosión experimentada en Huelva, Granada o Cádiz, con subidas en 2008 en torno al 20%, le siguió un ejercicio negativo mientras otras provincias, más estables en crecimiento, lo mantenían.
La explosión de las redes sociales
Son nuevas pero ya parecen una parte esencial de nuestras vidas. A la pandilla le han sucedido el Messenger, el Whatsapp y el grupo de antiguos compañeros de estudios de Facebook, las charlas con los amigos se van trasladando con rapidez a Twitter y a Tuenti y las conferencias a cobro revertido se han convertido en conexiones a todo color con Skype.
Según el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, Andalucía creció nueve puntos porcentuales en el uso de redes sociales por parte de sus internautas sólo en 2010, pasando del 73% al 84%, un punto más de la media nacional para ponerse al nivel de Madrid y la Comunidad Valenciana y por encima de Cataluña, País Vasco o Navarra. El fenómeno de las redes en España en general es imparable: hace dos años, el número de usuarios de Facebook en nuestro país superó al total de la población de Andalucía, ocho millones largos de personas. En 2011, con su flamante 80% de usuarios habituales de internet con cuenta vigente en sus servidores, alcanzó nada menos que doce millones.
Las redes sociales pasaron de tener una penetración del 28,7% en 2009 al 50% en 2010, año de la gran eclosión de estas plataformas en nuestro país. Un fenómeno español, Tuenti, es utilizado por una abrumadora mayoría de los internautas menores de 25 años, sumando 4,6 millones de usuarios en 2011. Los datos de 2010 de su uso en Andalucía resultan impactantes: el 30,8% de la población tenía una cuenta en esta red. Al margen de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, no hay región española con una cifra tan alta. Madrid, por ejemplo, presentaba un 23,4%; la Comunidad Valenciana un 20,3%, País Vasco y Aragón un 17% y Cataluña un escaso 6,3%.
Además, Sevilla es la provincia española con mayor índice de penetración (nada menos que un 34,4%): la provincia de Sevilla es líder en Tuenti. Por encima del 30% casi todo el territorio es andaluz: Melilla (34,4%), Huelva (33,4%), Ceuta (31,9%), Cádiz (31,6%), Córdoba (31,5%), Granada (30,7%) y Badajoz (30,1%). Y a continuación, Jaén (29,4%). Las cuatro provincias catalanas estaban por debajo del 7%.