Opciones para startups que buscan financiación
La financiación de una startup es uno de los puntos que más incertidumbre puede generar a los emprendedores. Y eso que cada una tiene necesidades de capital diferentes: las hay que desde el inicio ya requieren una importante inyección de efectivo para dar los primeros pasos y están las que se han hecho un hueco en el mercado con pocos recursos y, en una fase posterior, buscan fondos para escalar el negocio, para hacerlo crecer y conseguir así que la empresa sea cada vez más valiosa.
El especialista en nuevas tecnologías y marketing Guy Kawasaki es un firme defensor de la autofinanciación y de la teoría del bootstrapping, que consiste en financiar las actividades de la empresa únicamente con lo que se factura. Una situación ideal que no siempre es posible conseguir.
Así, las posibilidades para encontrar financiación pasan desde la casi inevitable aportación de fondos propios a acudir a fuentes de financiación externas. Aquí podemos encontrar la fórmula de las tres F (family, friends and fools), que se refiere a la confianza que recibimos del entorno cercano: el de la familia, los amigos y los locos que deciden apostar por nuestra idea. O acudir a otras personas y entidades que nos pueden facilitar esta liquidez en diferentes condiciones, cada una con sus ventajas e inconvenientes: préstamos bancarios, líneas de crédito públicas (ICO), subvenciones, préstamos participativos y convertibles, crowdfunding, venture capital, business angel, aceleradoras, etc. Veamos algunas de estas opciones:
-Incubadoras y aceleradoras de empresas: estas organizaciones, públicas o privadas, sirven para crear -incubadoras- e impulsar -aceleradoras- proyectos innovadores para convertirlos en empresas de éxito. En general, ofrecen asesoría y formación personalizados, un espacio de trabajo, recursos tecnológicos, contactos y acceso a financiación.
El programa de emprendimiento tecnológico Minerva, iniciativa de Vodafone y de la Junta de Andalucía, es una aceleradora de startups que apoya a los emprendedores que buscan su llegada al mercado. Los proyectos participantes tienen acceso a un plan de financiación dividido en dos partes: la primera es a fondo perdido y la segunda, préstamos de hasta 30.000 euros sin avales y con condiciones de devolución muy favorables. También facilita la búsqueda de fondos de inversión para que los proyectos tengan la financiación que necesitan.
–Business angel es un inversor particular dispuesto a aportar una cuantía económica en un determinado negocio que le es ajeno. Puede invertir su propio dinero en cualquier etapa del desarrollo de la empresa, pero es habitual que esté más presente en las fases iniciales, las de mayor incertidumbre. Si conoce el sector en el que se mueve la startup, además de dinero este ángel puede aportar a la empresa su experiencia y red de contactos, ejerciendo de mentor del emprendedor. Normalmente, a cambio de su operación de alto riesgo recibe una participación en la empresa en forma de acciones. En España existe una red llamada Aeban, la Asociación Española de Business Angels, integrada por unos 2.000 inversores que en último año movilizaron recursos por valor de 40 millones de euros.
–Venture capital es una modalidad de capital riesgo destinada a startups y compañías jóvenes con un modelo de negocio validado y un alto potencial de crecimiento. Estos fondos entran en el accionariado de la empresa y suelen disponer de voz y voto en la toma de decisiones. A cambio de elevadas cantidades de dinero, esperan que la inversión aporte beneficios a largo plazo.
Startupxplore ha recopilado los principales business angels y fondos venture capital en España.
-El crowdfunding, financiación colectiva o micromecenazgo, consiste en la obtención de fondos en un plazo concreto -generalmente a través de campañas en internet- mediante aportaciones masivas de prestamistas particulares y donantes interesados en impulsar el proyecto que busca financiación. A cambio, se suele establecer un sistema de recompensas, como la precompra del producto o servicio en condiciones ventajosas. Kickstarter e Indiegogo son dos de las plataformas más conocidas para obtener financiación por esta vía.
Una variedad de crowdfunding es el crowdlending, una alternativa a los préstamos bancarios por la que se financia en masa a una empresa con préstamos o créditos a cambio de un tipo de interés.
-Préstamo participativo: diseñado para financiar los proyectos empresariales en las diferentes etapas de vida de las pymes. A medio camino entre el préstamo tradicional y el capital riesgo, destaca por no tener que aportar ningún tipo de garantías o avales y plazos de amortización y carencia más amplios. Una parte de los intereses que deberá afrontar el solicitante -emprendedor o pyme- dependerá de la evolución del proyecto de empresa.
En España, la empresa pública Enisa, adscrita al Ministerio de Industria, Energía y Turismo, ofrece este tipo de financiación con importes que van desde los 25.000 euros hasta los 1,5 millones de euros.
-Préstamo convertible: en lugar de recuperar su dinero, el inversor puede convertir el capital prestado en acciones de la empresa, pasando a ser socio.
En los últimos años, los proyectos basados en las nuevas tecnologías e internet han generado mucho interés entre los inversores. Por eso cada startup debe conocer qué modelo de financiación se adapta mejor a su negocio, según el tipo de proyecto, el momento en el que se encuentre la empresa y las necesidades de capital, sin olvidarnos de que la creatividad del emprendedor a la hora de buscar fondos amplía las posibilidades de éxito. ¿Te animas?